En el sur de Australia, un pescador logró grabar con su cámara el momento en el que un tiburón blanco ataca a un depredador marino de su misma especie.

Estos animales habitan en las aguas cálidas y templadas de casi todos los océanos. Según relataron los protagonistas, el más grande de los dos volvió a ser visto, mientras que al segundo le perdieron el rastro.