Los erizos que habitan áreas urbanizadas muchas veces se acostumbran a robar la comida de mascotas y terminan sobrealimentados. Como el caso de Sherman, un erizo que llegó a pesar el doble de lo que debía. 

Ahora, su cuidadora del zoológico de Israel sigue su alimentación día a día con ánimos de que llegue a estar "en su mejor momento" para volver a la vida silvestre.