En Hawaii se encuentra el volcán Kilauea, uno de los pocos volcanes en actividad que forma efusiones de magma en su cráter de manera periódica y es un verdadero atractivo turístico cuando está en erupción: lo que más llama la atención es cuando la lava cae directamente al Océano Pacífico.

Al estar en actividad, las agencias turísticas aprovechan y llevan a sus clientes bien cerca de la lava. Poco importan las alertas por la posibilidad de explosiones.