Cuando Izzy había conseguido todo lo que había añorado para su vida -ser profesional exitoso del surf y tener una familia hermosa- la vida lo golpeó de una manera durísima.

Izzy imaginaba a su hijo Isaiah sobre la tabla: "Pero un día dejó de hablar", relata en el mini documental antes de quebrarse.

"La mayoría de las personas autistas tiene un retraso mental, pero hay casos en los que esos pacientes desarrollan una habilidad en áreas cognitivas específicas y hasta pueden ser considerados como genios en esa materia", explica el sitio de una asociación argentina de padres autistas.

Tal vez estos chicos no se conviertan en profesionales, pero compartirán una experiencia renovadora con el mar, sin pagar nada y yéndose a casa con una gran sonrisa.