"Creo que se le juntaron varias cosas. Seguro que tuvo una bajada de presión, que se sumó a los nervios. Pero lo importante es que no es nada serio", señaló el portavoz de la compañía para referirse al desmayo del presidente ejecutivo de BMW, Harald Krüger.

El hombre de 49 años explicó que  sufrió un mareo y que no se había sentido bien durante la mañana tras regresar de un viaje procedente del extranjero.

La conferencia fue suspendida para unas horas más tarde y Krüger fue reemplazado por el director financiero de la empresa para la presentación de un nuevo modelo de automóvil.