Se trata de Tropic Islands, situada en la localidad alemana de Krausnick, a 45 minutos de Berlín. El lugar es un gigantesco hangar que anteriormente formaba parte de una base militar donde guardaban aviones. Ahora, se convirtió en uno de los parques acuáticos más grandes del mundo.


Casey Neistat, de 32 años, que actualmente vive en Nueva York, donde trabaja en la industria cinematográfica, viajó con su hijo al parque acuático para darlo a conocer al mundo a su manera.