Gracias a las impresoras 3D, las personas pueden construir sus prótesis en casa, con un simple instructivo y a un bajo costo.

En este caso, el diseño se basa en un movimiento de la muñeca: un movimiento hacia abajo crea tensión y cierra los dedos, mientras que un ademán hacia arriba los cierra.

"Pensé que era un poco demencial cuando mi papá me dijo que podíamos imprimir todos esos dedos", cuenta Leon.

La pequeñas impresoras 3D valen 2 mil dólares, mientras que una prótesis puede costar entre 20 o 30 mil.