Ante la mirada atónita de los pescadores que no podían creer que se fuera a arrojar desde más de 100 metros de altura, el hombre amagó un par de veces y se arrojó.

El golpe contra el agua fue muy fuerte y tuvo que ser rescatado por los bomberos.

La persona que filmaba quedó tan impresionada que no pudo seguir la trayectoria de la caída del hombre.