Una joven que visitaba por primera vez Mar del Plata, fue a recibir el año junto a una amiga a la rambla del Casino, pero allí conoció a un joven que le dijo ser cuidacoches, que la invitó a dar un paseo y en una vivienda del barrio La Perla, la violó. 

Así lo denunció a los agentes que pasaban en un patrullero por la zona de Libertad y España, a los que detuvo en la madrugada. Desorientada y con cortes en el rostro, les contó lo que le había ocurrido, aunque tanto a ellos como luego a los investigadores que llevan el caso, le costó dar precisiones.

La joven es de San Vicente, tiene 29 años y detuvo al patrullero apenas momentos después de librarse de su agresor. A ellos, y luego a quienes la entrevistaron en la Comisaría de la Mujer, les relató lo que había hecho esa noche hasta el momento en que fue abusada sexualmente, pero con "algunos puntos oscuros".

Es que la joven había bebido alcohol o ingerido alguna otra sustancia. Además, se encontraba en estado de shock por lo que le había pasado. Como es la primera vez que visita la ciudad balnearia, no pudo dar detalles concretos del lugar donde estuvo.

Contó que con un amiga habían ido a la rambla antes de la medianoche para brindar por Año Nuevo y que allí conoció a un joven con el que estuvo charlando. Había mucha gente a esa hora en la costa y perdió de vista a su amiga. El muchacho, que le había dicho que era cuidacoches en esa zona, la invitó a pasear, tomaron un taxi y la llevó a una casa en La Perla. No supo contar qué trayecto hicieron, tampoco el lugar donde finalmente estuvieron.

Les dijo a los investigadores que el supuesto cuidacoches la obligó a tener relaciones sexuales y que al intentar ella resistirse, el hombre, con un elemento filoso —no supo decir qué era—, le produjo algunos cortes en la cara mientras abusaba de ella.

Luego, se fueron juntos en un taxi, del que la abandonó en la zona de avenida Libertad y España, a siete cuadras de las playas del barrio La Perla. Los investigadores de la causa —que quedó en manos de la fiscal Andrea Gómez— intentan dar con el taxista a fin de corroborar la versión de la chica y obtener algún avance sobre la identidad del atacante. 

Además de la medidas de profilaxis, a la mujer le tomaron muestras en busca de semen, para contar con la posibilidad de cotejar el perfil genético del autor del ataque, una pericia fundamental para identificarlo.