“El movimiento Salvemos las dos vidas lo que quiere es o salvar las dos vidas o que no se salve ninguna", resume José Gigena, el médico que debió practicar una cesárea a la niña de 11 años, embarazada producto de la violación de su abuelastro.

En diálogo con El Destape Radio, Gigena recordó cronológicamente cómo accionaron las autoridades médicas para dilatar la Interrupción Legal del Embarazo reclamada por la niña y su familia, hasta que la justicia ordenó dar cumplimiento al derecho que la Constitución le otorga a las víctimas de violación.

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Al momento de contar cómo había sido el procedimiento, en declaraciones a Perfil, Gigena dijo que los profesionales del Hospital Eva Perón colaboraron parcialmente y aseguró que no brindaron la ayuda necesaria: tan atroz fue la situación que necesitó a sus esposa como instrumentadora quirúrgica.

La familia se enteró de la situación a la semana 16 de embarazo, pero según reveló Gigena la fuerte presión de los grupos 'pro vida' de la provincia lograron en complicidad con el sistema de salud demorar el embarazo hasta la semana 23, con el argumento de salvar al feto: no fue otra cosa que la lisa y llana tortura de una niña que había dicho en Cámara Gesell "quiero que me saquen lo que el viejo me puso adentro".

Jose Gigena y Cecilia Iusset, médicos que le practicaron la cesárea a la menor abusada en Tucumán