Fueron 7 años de relación. Al principio no es que vino y me pegó. Me fue enamorando, era todo perfecto, pero la violencia empezó de a poco. Primero violencia psicológica. Después se la agarraba con las cosas, le pegaba a la pared en vez de a mi cara. Hasta que un momento me pegó y nunca paró”, contó Ludmilla, la madre del hijo de cuatro años que tiene con Lautaro Acosta, dejando en claro el modus operandi característico del comportamiento habitual de los golpeadores.

“Él sentía bronca por mí, no se por qué”, señaló casi en un sollozo, antes de volver a ingresar para terminar su declaración después del corte que hizo el juzgado para que se repusiera de lo que estaba contando.

Este viernes Lanús sacó un comunicado manifestando que el delantero no fue convocado para el partido contra Unión, y que “se tomará un período de licencia”.