El propio Diego Maradona los definió así: termos. Son aquellos que no entienden razones y son capaces de defender lo indefendible.

Diego Brancatelli es un termo de Maradona. Fanático hasta el extremo de tenerlo tatuado en la piel, lo adora y no quiere aceptar las imputaciones que le hace desde Miami Mavys Álvarez.

Algunas de esas imputaciones no tienen discusión, como la principal de que ella solo tenía 16 años cuando empezó el vínculo con el excapitán del seleccionado argentino, o que ingresó al país sin la autorización de sus dos padres.

Sin embargo, Brancatelli -lejos de estar deconstruido y entender la situación desde el punto de vista de la víctima- insiste con la presunción de que Maradona es inocente y que "solo quiere saber la verdad".