El periodista Nicolás Wiñazki hizo un extenso móvil en TN en el que por varios minutos contó que lo echaron de un bar por ser antiperonista. 

Sin embargo, el dueño de Graf Zeppelin, conocido restaurante alemán de Ciudad Jardín, aseguró que no tiene ninguna bandera política y que el periodista quiso hacer algo que no estaba permitido: sentarse a la mesa con más personas de las que establece el protocolo.

Es por eso que se vio en la obligación de hacer cumplir con la ley e impedir que la cena se lleve a cabo en esas condiciones. Algo que debe haber cualquier dueño o gerente de un restaurante que atiende público, si no quiere afrontar las multas y la correspondiente clausura. 

"Nunca eché a Wiñazki por su posición política, sólo respeté el protocolo de seguridad sanitaria establecido para bares en la provincia de Buenos Aires", explicó Gerardo, dueño del local, en diálogo con IB24.

Según el dueño, el periodista fue con 8 personas a comer en la misma mesa, cuando los protocolos de seguridad sanitaria en la provincia de Buenos Aires establecen que puede haber cinco personas por mesa.

La pregunta que quedó flotando en el aire es si entre las 8 personas que fueron a comer con Nicolás estaba su famosa sobrina a la que no sabemos si ya pudo conocer.