Madison Gulliver tiene 7 años y en sus vacaciones en Egipto decidió hacerse un tatuaje de hennay. Para hacerlo le pidió permiso a su padre que aceptó pero todo terminó muy mal. 

El dibujo, que va desde la yema de sus dedos hasta el codo, empezó a dolerle al regresar a su casa y se le formaron unas enormes ampollas. A la nena la tuvieron que tratar en una unidad de cuidados del quemado. Tras la cura le quedaron enormes cicatrices.

La parafenilendiamina es un producto químico que se usa en los tatuajes con henna más oscuros. A veces también la llevan las tinturas de pelo y las cremas solares pero pueden provocar reacciones alérgicas a los niños.

Y es fue lo que le le pasó. En el hotel, donde la niña se hizo el tatuaje, insistieron a los padres que la henna no fue el problema sino la piel se su hija. No obstante, según informa el diario Daily Mail, el hotel dejó de ofrecer los tatuajes a sus clientes.

Una nena se tatuó con henna y le quedarán cicatrices de por vida
Una nena se tatuó con henna y le quedarán cicatrices de por vida