Una mañana Erin fue despertada por su hija de 17 años, Miranda, quien encontró una pintada en el garage de su casa. El texto decía "Soy gay" con la intención de "diferenciar" la casa del resto del vecindario.

DeLong explicó a los medios que ella y su esposo Joe siempre fueron respetuosos de Miranda como de su otra hija, Emily, de 14 años, que se identifican como bisexuales y que “no tienen nada de qué avergonzarse”.

Erin decidió junto  con sus dos hijas transformar la pintada en una bandera de orgullo. Según el blog Evolequals, es “la imagen de la bandera del arcoíris más grande en toda la zona”. Haciendo eso, “diremos con orgullo y en voz alta que somos una familia LGBT y que estamos bien así”, explicó la mujer a la edición estadounidense de The Huffington Post.

“Decidimos que algunos mensajes se merecen algo más que una pintura con un spray de color gris”, explicó DeLong, que también tiene un hijo de 9 años, en la página Stop-Homofobia de Facebook.

La familia completa

“Familiares, amigos y algunos desconocidos han sido muy positivos y nos han apoyado”, destacó la madre de esta familia que no da lugar a prejuicios. Algunos niños del barrio han sido duros, gritando eslóganes homofóbos a ella y a los miembros de su familia, pero “solo tratamos de dejar que no nos afecten. Lo que hacen dice más de ellos que de nosotros”.

“Hemos aprendido que hay un largo camino que recorrer para la aceptación LGBT”, subrayó DeLong. Y agregó: “Es genial tener gente que nos dice que estamos siendo buenos padres, pero sería aún mejor si lo que hicimos fuese considerado simplemente como parte de una educación normal”.