En el municipio colombiano de Calendaria están de festejo, Magalí se mira en el espejo y a pesar de no tener cabello señala: "Me veo hermosa".

Esa fue una de las escenas de el esperado cumpleaños de esta adolescente que padece de progeria (síndrome de Hutchinson-Gilford) un envejecimiento extremo prematuro.

Si bien los médicos señalaron que era muy difícil que superara los 13 años biológicos, su cuerpo resistió y pudo tener su fiesta de 15.

Magalí festejando sus 15 años junto a su papá

Magalí había soñado toda su vida con "ser una princesa" y el último sábado su madre cumplió con ese deseo. Con sumo cuidado, para no dañar su piel, la maquillaron y coronaron.

Magalí a los pocos meses de vida

"La engermedad de Maggie empezó a los 10 meses. La piel se le fue endureciendo, se le puso acartonada, se le cayeron las pestañas, las cejas, el cabello", contó  Nedy, la madre de Magalí, a la prensa.

"Magali tiene 15 años pero sus huesos tienen unos 90", explicó Nedy y si bien  Magalí ya sufrió un infarto el año pasado, sus padres esperan que pueda seguir viviendo y convertirse en enfermera, "como ella quiere".

¿Qué es la progeria?

Se trata de una enfermedad genética que se manifiesta en los primeros dos años de vida causando un degeneramiento acelerado de los tejidos del cuerpo.

La más conocida forma de este tipo de enfermedad  es el síndrome de Hutchinson-Gilford y causa la muerte de los pacientes de forma prematura  ya que se produce la acumulación de una proteína tóxica para las células que se denomina progerina.

Esta rara afección la padece uno de cada 7 millones de recién nacidos vivos quienes no logran superar la adolescencia.