La escena es el final de una rivalidad que lleva años. Los comerciantes se quejan de que los manteros aparecen por sorpresa y sin tener que pagar impuestos ni servicios, y les compiten en las ventas de fin de año.

Por su parte, los vendedores informales reclaman por su necesidad de trabajar en medio de la crisis social y así las discusiones crecen sin poder resolverse.

Pero a veces, como ocurrió en el barrio de Flores las disputas pasan a mayores y terminan a las trompadas.