En abril pasado, Raúl Enríquez, su hijo Pablo Enríquez y el escribano Raúl Echeverría viajaron en avión a Colombia para emprender un viaje en barco rumbo a las islas Azores, pertenecientes a Portugal, y terminar en el puerto español de Cádiz.

El 13 de julio, los tres partieron desde el puerto Virginia, en Estados Unidos, en el barco 'Maratonga', que tiene matrícula costarricense. Hasta el 26 de julio, cuando se comunicaron por última vez, todo iba bien.

Navegaban muy cerca de la zona conocida como Triángulo de las Bermudas. Hasta la fecha, nada volvió a saberse de ellos.

Como se sabe, la zona del Mar Caribe cuyos vértices están en las islas Bermudas, Puerto Rico y la costa de La Florida, en Estados Unidos, encierra una historia de mitos y leyendas que, fundamentalmente, tienen que ver con la desaparición de barcos e incluso aviones.

Su fama comenzó en 1945, cuando cinco bombarderos estadounidenses despegaron de una base de la Florida y desaparecieron: jamás se hallaron los rastros de las naves ni a sus 14 tripulantes.