Sigue sucediendo a pesar de que resulta inentendible: la gente que pasa una noche de fiesta, tomando alcohol y regresa en su vehículo desafiando todas las reglas de tránsito.

Así ocurrió en el barrio de Palermo donde se produjo el impacto porque el conductor de uno de los autos iba alcoholizado y pasando los semáforos en rojo hasta que embistió al que venía en forma perpendicular y se produjo el choque que terminó en incendio.