Esta semana, la Corte Suprema de Justicia de Tucumán ordenó que Belén sea puesta en libertad luego de pasar más de 900 días en prisión por un crimen que no había cometido.

La joven fue condenada en abril a ocho años de prisión por homicidio agravado por el vínculo; según los jueces que la sentenciaron, ella tuvo a su bebé en un baño del Hospital Avellaneda y luego lo mató arrojándolo a un inodoro.

Sin embargo, se trató de un aborto espontáneo, tras lo cual concurrió a dicho nosocomio, donde –según argumentan quienes pedían su libertad– todos sus derechos fueron violentados.

Finalmente, la joven de 27 años fue liberada este jueves gracias al fallo del máximo tribunal tucumano, que había dispuesto que las actuaciones volvieran a la Sala III de la Cámara Penal, que emitió el fallo condenatorio, para su liberación.

Vale recordar que fue de vital importancia para llegar a la liberación de la joven, la incesante campaña nacional que impulsó el reclamo.