El Tesoro Estadounidense se encarga de convertir en polvo uno promedio de seis millones de dólares diarios que entran en desuso por diversas razones. Ese polvo es utilizado en compost para abonar tierras. 

En vínculo con la política nacional Laje y su equipo hicieron chistes sobre que José López en realidad quería abonar la tierra del convento con los fajos de billestes en bolsos. 

El papel, mezclado con tierra, se termina desintegrando y al final "da vida" sin contaminar el planeta.