Ya comenzó la cuenta regresiva y aumentan las expectativas en torno al lanzamiento del Arsat-1, el primer satélite argentino, que será llevado al espacio el jueves a las 18.

Alrededor de 450 personas, entre científicos y técnicos argentinos trabajan incesantemente desde la base de Kourou, en Guayana Francesa (desde donde será lanzado) para su óptimo funcionamiento.

"El futuro que estaba cercano está pronto a hacerse realidad", afirmó el presidente de la empresa estatal Arsat, Matías Bianchi, mientras que el jefe de Operaciones, Juan Aurelio, contó cómo se preparan para el hito que se dará este jueves.

"Hacemos un ensayo del día del lanzamiento y vamos recibiendo datos del satélite que ya está montado y listo para el lanzamiento; uno de los chequeos es que estamos conectados para el momento en que se lanza", expresó.

Es que es la etapa más delicada: el lanzamiento. Allí es donde se centran la mayoría de los chequeos, para que en el momento en que muchos gases y energía convergen, todo salga bien.

El Arsat-1 traerá grandes beneficios tecnológicos al país, sobre todo, al área de telecomunicaciones, para llegar a puntos a los que antes no se tenía acceso.

Se espera también que genere una progresiva baja en las tarifas de telefonía celular e internet a raíz de la competitividad, más allá de una rapidez en las conectividades.

Bianchi comentó que, hoy en día, "el 80% del tráfico que se consume en internet se produce en el exterior; al tener esa infraestructura montada, Argentina incrementará además la porción de contenidos en la producción de televisión de habla hispana".

Por eso este satélite -íntegramente confeccionado y armado en nuestro país- es de gran importancia para toda América Latina, ya que será el primero en ser lanzado por un país de la región.

Pero parece que la historia no termina ahí, ya que el presidente de la entidad encargada del Arsat-1 afirmó que es uno de los varios proyectos que el Gobierno Nacional planificó.

Para 2016 se pretende lanzar un segundo satélite a órbita, 120 torres de TDA y 58.000 kilómetros de una red de fibra óptica en el territorio argentino. Además, está la proyección de que en los próximos cinco años se lance un tercer satélite.