Push up, siliconas, photoshop y la decisión de ir al quirófano es lo que afrontan muchas mujeres que no están conformes con el tamaño de sus senos.  Sin embargo, en Estados Unidos se realiza una práctica que está envuelta en una polémica médica.

El procedimiento implica la inyección de una solución salina que permite aumentar el volumen de las mamas de forma temporaria. Este tipo de práctica suele también utilizarse en pacientes que van a colocarse siliconas entonces les "mostraban de manera provisoria cómo quedarían". Pero ahora aseguran que la inyección también se utiliza como tratamiento express antes de una fiesta, un casamiento o incluso una noche especial.

La práctica “consiste en inyectar la solución por detrás de cada glándula mamaria, en cantidades de 200 centímetros cúbicos (o más, hasta llegar al volumen deseado) de una solución de cloruro de sodio, más conocida como ‘sal’, de allí el nombre de ‘solución salina’ (normal saline) con la que se la conoce en países de habla inglesa”, explica el profesor doctor Patricio Jacovella, director de la carrera de especialista y jefe del Servicio de Cirugía Plástica del Hospital de Clínicas de la U.B.A.

Si bien hay dudas sobre los efectos que este tipo de inyección tiene sobre el cuerpo, el cirujano plástico argentino Fernando Felice señala que "la solución salina es suero fisiológico, un producto 100% inocuo que es el mismo que se utiliza para hidratar a un paciente o cuando se coloca un suero. En definitiva, esta solución es como el agua mineral si lo comparamos con una bebida”.

Entre los peligros posibles se destaca que la inyección no sea aplicada por un profesional, que el producto esté vencido o que la solución se pueda absorber de manera despareja en el cuerpo.

La mamoplastía, la cirugía de mamas, es una de las más solicitadas, en cuanto estética, a nivel mundial. Esta práctica de senos más grandes a partir de la solución salina es furor en Estados Unidos pero en nuestro país todavía es poco común dada la temporalidad.