Al cumplir este jueves 12 años sin su hija, desaparecida el 3 de abril de 2002, Susana Trimarco admitió estar "triste pero fortalecida con todas las chicas a las que ayudamos en este tiempo, pero como siempre digo, no voy a parar hasta encontrar a mi hija".

Pese a esa tristeza, la mujer rescató: "Logré que el Estado se comprometa con este tema y así descubrimos quiénes son los responsables de bandas que trabajan a lo largo y ancho del país".

Como parte de las actividades previstas para la fecha conmemorativa, se realizaron en el teatro Alberdi, de la capital tucumana, dos funciones de la obra "Mika", dirigida por Jimena Duca y basada en la vida de Trimarco.

Una de las funciones fue exclusiva para las fuerzas de seguridad y funcionarios judiciales, a los que buscan "sensibilizar con el contenido de la obra", y otra para el público en general.

Al hacer un repaso de lo realizado en estos 12 años, Trimarco recordó que el Secretario de Justicia de la Nación, Julián Álvarez, informó que "más 6.400 víctimas fueron rescatadas de distintas partes del país y eso no es poca cosa", ante lo que definió como "una mafia organizada que opera a lo largo y ancho del país".

Y concluyó: "La ayuda del Estado es fundamental para las madres cuando estamos desesperadas porque no sabemos qué pasa con nuestros hijos, como yo, que no sé ni dónde está ni cómo está Marita, pero al menos hemos descubierto quiénes son los responsables".

Nueva sede de su Fundación

El lunes pasado, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró una nueva sede de la Fundación creada por Trimarco, que fue cedida por el gobierno nacional, en 25 de Mayo al 1000, en la capital tucumana, que atenderá y contendrá a mujeres víctimas y sobrevivientes de la trata de personas y de la violencia de género.

Además funcionará la primera oficina del Centro de Acceso a la Justicia (CAJ) en Tucumán, que acercará la justicia social a personas de condiciones humildes que no pueden pagar un abogado para llevar adelante un juicio.

"La Fundación intenta que las víctimas de trata de personas o explotación sexual tomen conciencia de que la situación que tuvieron que vivir no es su culpa y que tienen otras opciones de vida", resumió el abogado de la Fundación, Carlos Garmendia.

La Fundación cuenta con un equipo de abogados, un departamento de salud mental compuesto por psicólogos y psiquiatras y un grupo de trabajadoras sociales.