En el piso de C5N se tentaron y no fue justo en un buen momento. Mientras el periodista Kablan presentaba el caso del remisero que llegó a la estación de policía con el cadáver de su amante en el capot del auto, empezaron las risas y se generó una situación bastante incómoda e inapropiada.

Al parecer, esta historia les causó mucha gracia y casi que no pudieron presentarla como es debido. Como si no fueran periodistas, Eduardo Feinmann y Paulo Kablan relataron el caso como si estuvieran en su casa, sin cámaras, entre amigos.

Tal vez se olvidaron de que la víctima tenía familiares y amigos que aún la deben estar llorando.