La televisión argentina sigue cayendo barranca abajo en su disposición de llamar a quien consigue un poco de rating. El esfuerzo es patético e inútil. Las nuevas generaciones no ven casi televisión y prefieren otros dispositivos y canales de entretenimientos, y las viejas también son tentadas por la oferta de las redes sociales y el contenido on demand.

Por eso, en todos los aspectos se busca el escándalo y el personaje, si vienen juntos, mejor. En los programas deportivos se grita y se habla de la vida privada de los panelistas; los economistas cambian sus looks y sus pronósticos son cada vez más apocalípticos, y ahora hasta los especialistas en salud tienen que dar show.

Marcelo Peretta da show. Hace eso. Puede que no sepa de que está hablando, pero no se queda callado. Y así va asegurando que deberíamos conseguir una inmunidad de rebaño a pesar de que todos los especialistas del mundo explicaron que eso no sucede. Y dando datos falsos, medias verdades y un montón de dudas, para que los terraplanistas de amplio espectro consuman y difundan.