Cuando uno escucha las voces de los que se manifiestan en las marchas opositoras se pregunta de donde sacan semejantes argumentaciones. Después ve los programas como los de Lanata y entiende todo.

Sólo así se explica que Jorge Lanata, con una inyección en la mano, diga que la vacuna rusa es "un negocio de Cristina", ya no del Gobierno sino de la propia vicepresidenta.

Así se crean los prejuicios y se hace lobby para los laboratorios que también desarrollan la vacuna contra el coronavirus.