El bar-restaurante La Lechería, que se encuentra en pleno centro porteño, cerró sorpresivamente sus puertas y dejó en la calle a 22 trabajadores, quienes decidieron tomar el lugar hasta encontrar respuestas y preservar sus fuentes laborales.

Jorge Carrasco, uno de los empleados despedidos habló con Télam y dijo que el viernes trabajaron de manera normal pero que sospechaban con algunos compañeros "y se dieron una vuelta el sábado y vieron cómo uno de los dueños, con dos ayudantes, estaban cargando los hornos y comida en un camión de mudanzas, con la clara intención de desaparecer", denuncia. 

Además agregó que "desde hace un tiempo notábamos cosas raras porque no se reponía mercadería y eso nos fue llamando mucho la atención. El local ahora está tomado con compañeros, adentro y en la puerta, resistiendo". 

Julieta Chauque, telefonista de La Lechería contó a Clarín que "ocho trabajadores permanecen dentro del local, en una 'ocupación pacífica', y otros 15 acompañan desde la vereda" y agrega que se turnaban "pero llegó la policía y dijo que desde ese momento ya no entraba ni salía nadie más. Así que estamos aguantando como podemos, con lo que tenemos encima y usando los uniformes que nos quedaron acá". 

Otro antecedente que cuentan los trabajadores es que a mitad del año les habían informado que en diciembre cerraban "y que no tenían plata para pagar, pero después dijeron que iban a liquidar una parte. Ahora no se presentaron más".

La empresa está constituida por tres socios y la concesión está a nombre de Spitze S.A y la propiedad pertenece a la Iglesia Católica Argentina. 

Por último, Carrasco apuntó que los dueños de la empresa que “fueron citados al Ministerio de Trabajo y esperamos a ver qué nos ofrecen, porque ni nos pagaron el sueldo de octubre. Ahora esperamos al menos que nos paguen las indemnizaciones sino no se pueden mantener los puestos de trabajo”.

A contra parte de los dichos de los trabajadores, la empresa asegura que ya fueron cursados los telegramas de despido, y que en ellos se informa la voluntad de pago. 

Según le dijeron a Clarín "hace dos meses se les comunicó de palabra lo del cierre. Ellos quisieron armar la cooperativa y nosotros no nos opusimos. Hace tiempo que vienen amenazando con ocupar el local, ahora tuvimos que hacer una denuncia por ocupación del espacio privado".