En un estudio detallado sobre la evolución de la actividad, la cartera destaca que si se adicionan la carne ovina y el pescado, el consumo promedio por habitante fue el año pasado de 121 kilos, 14,7% más que en el decenio de los 90 del siglo pasado.

“También -dice el informe- se evidencia una mayor diversificación: se destaca que el consumo de carne aviar pasó de representar el 10,9% en 1981-1990; al 36,8% del total consumido de carnes en 2002-14”.

A la vez, la participación de la carne vacuna pasó del 81,8% al 53,5% del total consumido, mientras la carne porcina también incrementó la participación en el total, puntualiza el estudio.