A mediados de enero, se encontró la mochila de Lola Chomnalez en el entorno del lugar donde fue hallado el cadáver de la adolescente, en un monte de acacias situado a 300 metros del centro poblado.

Poco después, los peritos hallaron restos de sangre en la mochila, por lo que cual se procedió a tomar el ADN para compararlo con los de todas las personas que indagadas hasta ese momento. Pero la Policía Científica uruguaya no logró coincidencia alguna. "Hasta ahora no hay nada", decía entonces la fiscal Gabriela Sierra.

Ahora, el ADN quiere cotejarse con el del hijo de Hernán Tuzinkevich, la pareja de la madrina de la adolescente muerta; un chico de 14 años que estuvo junto a Lola en sus últimas horas de vida, según informan los diarios uruguayos.

El día que Lola despareció, el 28 de diciembre, Lola salió después de almorzar a caminar rumbo a Aguas Dulces; a la misma hora hacía lo propio el chico con un amigo de su misma edad. Luego, ambos declararon en el juzgado que habían pasado la tarde en un cíber, hasta las 18, para luego retornar a la casa.

Sin embargo, y para despejar cualquier duda, los investigadores uruguayos quieren cotejar los ADN para determinar si tiene alguna vinculación con la desaparición y el crimen de la chica argentina.

Además, la jueza Silvia Urioste espera el informe sobre los textos enviados desde el celular de Lola y sobre un mensaje que recibió la familia mientras se realizaba la búsqueda, en el que se aseguraba que ella estaba bien. Además, continúa la búsqueda de 'Huguito', un exrecluso que fue visto en Valizas el día de la desaparición de Lola.