El líder de la mafia italiana conocida como Cosa Nostra, Salvatore "Totò" Riina, murió a los 87 años en el área para detenidos de un hospital de Parma, cuando cumplía una pena de 26 cadenas perpetuas.

Nacido en Corleone, Sicilia, en 1930, Riina estaba acusado de la muerte de unas 100 personas, incluidos los atentados de 1992 en los que perdieron la vida los jueces antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borselino.

El capo mafioso estaba detenido en una cárcel parmesana desde 1993 bajo el régimen del denominado "artículo 41 bis", que prevé aislamiento y condiciones de rigurosidad para impedir el posible contacto con miembros de las organizaciones mafiosas desde la prisión.

Riina estaba en coma farmacológico desde hacía algunos días, tras dos operaciones a las que había sometido por una enfermedad que sufría hace tiempo, según la edición online del matutino. 

Esta semana, el ministro de Justicia itailano Andrea Orlando había firmado un permiso especial para que la familia lo pudiera visitar en el área especial para detenidos de la estructura sanitaria por el agravamiento que había tenido su salud. 

A los 18 años asesinó a un joven de su edad durante una pelea y fue encarcelado por primera vez. Acumuló acusaciones y condenas por delitos vinculados a tráfico de drogas, especulación inmobiliaria y apuestas. 

Entre las muertes que se le imputan directa o indirectamente está las de Piersanti Mattarella, entonces presidente de la región Sicilia y hermano del actual presidente italiano Sergio, en 1980.
Riina había sido encarcelado el 15 de enero de 1993 acusado de haber ordenado los homicidios de los jueces antimafia italianos Giovanni Falcone y Paolo Borsellino un año antes.