Es la tradicional doble moral que impera un nuestros medios de comunicación. Por un lado piden a los gritos carcel y multas altas a quienes infringen las leyes, como una forma de encauzar a una sociedad en la cual nadie respeta ninguna norma. Por el otro, se escandalizan cuando le aplican a algún rico o famoso un castigo por quebrantar alguna ley, y pide clemencia para quien cometió el delito.

El hijo de Mónica Gonzaga organizó una fiesta clandestina en Uruguay, que resultó un éxito de convocatoria pero alertó a la policía que le labró una multa por desobedecer la orden de restricción imperante.

Cuando se enteraron que la multa era de 23.000 dólares pusieron el grito en el cielo, y en el programa de Fantino hubo apoyos y críticas.