“Lucifer te entrego mi cuerpo para salvar el alma y corazón de Natalia”, reza el papel que la policía halló al ingresar al domicilio que compartían Juan Martín Carlegui, de 25 años, y Natalia Samaniego, de 22, en el barrio Papini de la capital misionera, Posadas.

La persona encargada de cobrar el alquiler detectó un fuerte olor nauseabundo y la escena dantesca se reveló cuando las autoridades abrieron la puerta.

En el piso, tendido e inconsciente estaba el joven de 24 años y a pocos centímetros dos tabletas de psicofármacos y recipientes de bebidas alcohólicas, por lo que de inmediato pidieron una ambulancia y lo trasladaron al Hospital Madariaga, en un fracasado intento de suicidio.

Los investigadores evidenciaron que el hedor provenía de la heladera y al abrirla hallaron el cuerpo de la joven envuelto en una frazada, en un avanzado estado de putrefacción.

No se pudieron constatar lesiones pero si se identificó el cuerpo como el de Natalia. Los peritos y el juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, se espantaron al encontrar la nota suicida, firmada con las iniciales del joven en sangre.

Teresa Gamarra, la madre de la víctima, contó que la joven estaba en pareja con el ahora detenido desde el año 2015: "Era muy celoso, llamaba mucho a Natalia y la dejaba en un estado de zozobra. Siempre estaban discutiendo, no había una conversación sana, donde Nati pudiera estar feliz o descansada", contó la mujer al portal Misiones Cuatro.