Si bien los tampones son una de las alternativas más cómodas para los días de actividad intensa durante el período menstrual, además sirven para detectar la contaminación en los cursos de agua.

Así lo determinaron un grupo de investigadores en el Reino Unido, donde muchas de las construcciones nuevas -que tienen dos sistemas de desagüe- tienen las conexiones de sus cañerías mal hechas, y las aguas que deberían ir a parar a una planta de purificación, acaban en los ríos.

Buscando un método eficiente y de bajo costo para detectar qué edificaciones modernas estaban lanzando sus desechos al río, David Lerner, profesor de ingeniería ambiental de la Universidad de Sheffield, descubrió que los tampones estaban hechos de un material particularmente sensible.

Por razones sanitarias, el algodón de estos rollitos no está tratado como el de una prenda de vestir. Esto les confiere la capacidad de absorber las sustancias químicas que se usan comúnmente para mejorar los colores del papel higiénico, detergentes y champús. Estas sustancias, que se conocen como agentes fluorescentes, brillan cuando se las ilumina con luz ultravioleta.

Así, un tampón que ha estado en contacto con aguas que contienen estas sustancias se torna fluorescente -como una camiseta blanca en un club nocturno- y revela la presencia de contaminación.

"Descubrimos que los agentes fluorescentes son realmente un muy buen indicador porque no están presentes en la naturaleza, pero sí en casi todos los productos domésticos que utilizamos", dijo Lerner a BBC Mundo.

"Son una herramienta científica perfecta. Los compras en la farmacia, los sacas de la caja y los pones en el agua sin necesidad de hacerles nada más", agregó.

Después de dejarlos uno o dos días, se los retira del agua para observarlos bajo la luz adecuada y así se ve si el agua en ese sitio tiene o no contaminantes. Aunque la contaminación no sea muy elevada, los tampones la pueden detectar igual.

De todas maneras, Lerner aclara que si de lo que se trata es de analizar la cantidad de pesticidas, nutrientes o sustancias más específicas en la composición del agua, hace falta recurrir a métodos más sofisticados de identificación.