En un informe presentado por la Universidad de las Naciones Unidas, sólo durante 2014 se produjeron 41,8 millones de toneladas de desechos electrónicos siendo Estados Unidos y China, los que produjeron más de un tercio de esa basura.

El informe de la ONU enfatiza sobre el riesgo que representan para la población africana estos residuos que no son reciclados. Mercurio, cadmio, cromo, son algunas de las sustancias tóxicas a las que se ven expuestos.

El ejemplo más extremo de este fenómeno es Agbogbloshie, un barrio de Accra, capital de Ghana, que se convirtió en un verdadero "cementerio electrónico". Llegan al puerto etiquetados como electrodomésticos que en realidad son deshechos.

Miles de personas viven de la reventa ilegal de estos productos, arriesgando su salud por basura que debería haber sido reciclada.