Con el fin de incrementar los controles sobre los usuarios, comenzaron los controles en la línea Mitre.  Si bien está en una etapa de  preimplementación los guardas ya circulan entre los trenes para corroborar que se haya abonado el pasaje.

Para la verificación, el guarda cuenta con una terminal inalámbrica en la cual apoya la SUBE del usuario y chequea cuál es la última transacción que figura en la tarjeta. El mismo procedimiento se está experimentando en las estaciones donde aún no hay molinetes.

Desde la Operadora Ferroviaria Trenes Argentinos, a cargo de la administración del servicio del Mitre, señalaron a LA NACION que en dos meses aproximadamente, habrá 150 terminales inalámbricas disponibles para luego empezar a integrar las otras líneas ferroviarias.

A principios de este año la empresa estatal había lanzado una nueva modalidad de pago, denominada check in / check out, en la que el usuario pasa la SUBE por el lector del molinete (antes de comenzar su recorrido) la pantalla muestra cuál es la tarifa máxima posible: $ 3.

Si el viaje es inferior a 12 kilómetros, al descender de la formación y salir de la estación, el pasajero debe volver a pasar la tarjeta por el lector y, de manera automática, el sistema le cobrará 2 pesos. Si el trayecto es superior a 12 kilómetros, el costo del viaje será aquel mayor monto que el sistema le exhibió al comienzo de la travesía.