Como si estuviera con el joystick en la mano y el juego consistiera en escapar de los controles de Tránsito que lo detuvieron para comprobar si los documentos del conductor y el vehículo estaban en orden, este joven escapó aceleradamente y se llevó todo por delante.

Aparentemente había tomado el auto de sus padres y sin tener licencia de conducir se lanzó a las calles cometiendo todo tipo de infracciones que lo llevaron a ser perseguido por dos agentes de Tránsito que sospecharon pero nunca imaginaron el desenlace que iba a tener la persecución que de casualidad no terminó con la vida de algún peatón o conductor de otro auto.