Enseguida de que las autoridades condenaron a Fabbro a 14 años de prisión por violar a su sobrina cuando tenía tenía entre 6 y 11 años, la mamá de la nena se abrazó a los suyos y rompió en llanto.

"Se hizo Justicia. Mi hija no mintió: mi hija sufrió", dijo a la salida de los tribunales. 

Y concluyó: “Solo hay Justicia. La Justicia llega. Denuncien más allá de quien sea el que las dañó.