Lucas Elías es un abogado de 28 años que vive en Rosario. Una noche con un par de amigos, dejó estampada, entre otras, una frase que terminaría explotando en las redes sociales.

Lucas lo cuenta así: “Con unos amigos tenemos una agrupación, medio en joda pero muy en serio, que se llama La Moreno (por Guillermo, el ex secretario de Comercio Interior) y veníamos pensando en salir a pintar las paredes de la patria por Cristina”.

Una noche de inspiración, recuerda que 'abrazame hasta que Cristina vuelva', “se la dije a una chica con la que ciertamente nos abrazamos mucho, y nos encantó a los dos”.

Al otro día se la comentó a sus amigos de agrupación y le dijeron “que estaba muy buena". Y dice que con otras frases no le había pasado: “Con la derecha se endeuda, se ajusta y se reprime” o “Si gana Macri, se pierde el trabajo”.

-¿Qué hacés el sábado? -Pintar paredes

Fue un sábado a la noche el día en que Lucas tomó un aerosol y salió con sus compañeros. “Dimos varias vueltas buscando paredes que no pertenecieran a casas particulares y que lo que queríamos hacer no significara agredir a nadie, y terminamos pintando varias consignas”, explica.

No sabía él que la frase que estamparon en 1º de Mayo entre Zeballos y 9 de Julio les cambiaría la vida. El grafiti se hizo foto. Su hermana, Florencia Garat -militante de Hijos Rosario-, colgó la imagen en su perfil de Facebook y comenzó la viralización.

Tal publica Redacción Rosario, a Florencia le escribió una compañera de la regional Capital Federal diciendo que una asistente de la Presidenta quería saber quién había hecho la pintada porque le había gustado mucho.

“Primero me llamó una chica de Gabinete de la Nación que, con muy buena onda, me mató a preguntas. Después ya directamente se comunicó conmigo Wado de Pedro (el secretario General de la Presidencia) y me confirmó que a Cristina le había gustado y que si quería ir a Buenos Aires a conocerla se podía organizar”, rememora Lucas.

Incrédulo, le contó a los compañeros de La Moreno y tras unos días cerró el encuentro: “Tras unos cuantos cruces de correos, me dijo que el viernes siguiente había un acto en UBA y que ahí se podía dar. Inmediatamente la llamé a mi hermana y al amigo con el que habíamos salido a pintar y empezamos a planear el ansiado viaje”.

Ya en Buenos Aires, Lucas admite que todo el tiempo “pensaba en qué le iba a decir cuando la viera y si tendría que explicarle quién era, pero cuando se acercó vino directamente hacía donde estábamos nosotros, me agarró de los brazos y me preguntó si yo era el loco de la pintada". Y destaca: "Que encima me diga 'loco' fue como mucho, así que del resto me acuerdo poco y nada”.

¿Qué se le dice a Cristina?

“Le dije que la queríamos mucho, porque sentí que no hablaba por mí solo, si no por todos los que sentimos ese cariño por ella y no pueden llegar a decírselo”.

Recién recibido de abogado, el muchacho remarca que su formación política es “familiar y viene prácticamente de la cuna”, y que se definió por “el amor que genera Cristina, por cómo se enfrentó con los poderes de turno y porque siempre trató de que los derechos y las conquistas lleguen a todos y a todas”.

Enseguida, confiesa que cuando le dijo al oído a la Presidenta que la frase del grafiti se la había dedicado a una chica, Cristina, rió y exclamó: “Qué romántico”.

Aprovechar el encuentro

Lucas viajó con su amiga Florencia, hija de Eduardo Garat, militante montonero secuestrado en 1978 y aún desaparecido. "Quería que su historia estuviera también presente allí”, dice. Florencia, referente histórica de la agrupación Hijos Rosario, aprovechó para obsequiarle a la Presidenta un ejemplar del libro que su padre escribió antes de caer en las garras de los chacales.

Florencia contó que al encontrarse con Cristina "le regalé el libro y le dije 'esto lo escribió mi papá que está desaparecido. Es sobre la Constitución Nacional del 49. Estaban las hojas mecanografiadas en un cajón y lo pudimos publicar hace unos años gracias a Néstor y a vos, Cristina'".

Respiró, y le dijo, cara a cara a la Presidenta de la Nación: "Ustedes nos abrieron el camino de la justicia y eso es algo que siempre, siempre  se lo vamos a agradecer. Gracias, te llevo en mi corazón".

Y remata: "Ahí le ví los ojos llenos de lágrimas, hizo un mohín y me abrazó fuerte”.