Más allá del delito que haya cometido el sujeto en cuestión, no parece una actitud muy profesional decir públicamente que una persona da la sensación de ser peligrosa al mirar su fotografía.

Por cosas como esta termina habiendo muertes innecesarias como la de Lucas González que junto a sus amigos fueron abordados por delincuentes con placa que los marcaron justamente por su aspecto.

Puede parecer una pavada pero es un hecho grave para el periodismo.