Durante el mes de marzo el tema del aborto y su posible despenalización y/o legalización fue uno de los temas centrales en la sociedad argentina, no solo por las manifestaciones del pasado 8 de marzo- día de la mujer- sino también por el debate Parlamentario y las marchas en contra del aborto. 

En la vereda contraria a la legalización se encuentra Mariana Rodríguez Varela que se denomina a sí misma "una militante de la vida" y considera que el aborto no debe ser posible bajo ningún aspecto; incluso pone en duda la posibilidad de que una madre esté en riesgo ya que "el riesgo real es ínfimo". 

"La mayoría de las causas de riesgo de salud [en un parto/embarazo] ahora son super tratables", plantea Rodríguez Varela y señala "El riesgo de vida real, en el que el médico se encuentra con la disyuntiva sobre qué tiene que hacer es mínimo, es ínfimo". 

Esta activista en contra del aborto contó que hay un grupo de la sociedad realmente preocupado por el tema y señaló que la Iglesia católica se sumó recién al final para la última marcha que realizaron con un feto gigante.

Pero una de las respuestas de mayor impacto, ante la pregunta del periodista Diego Rojas, fue cuando le consultaron qué pasaría si violan a su hija menor de edad y queda embarazada; a lo que Rodríguez Varela respondió sin titubear: "Sería mi nieto, Diego. Es una pena gigante, pero si quedó embarazada no tiene cuerpo infantil de niña.  Vos me estás preguntando algo muy obvio, yo no mandaría a mi hijo a matar a mi nieto por lo que te dije". 

Y agregó: "Cincuenta por ciento de cualquier nieto mío va a ser de mi propia sangre, el resto de otra persona. Es mi nieto como cualquier nieto que yo pueda tener. Y sé que a mi hija no le haría ningún bien. Sé del poder sanador del nacimiento del hijo en contraposición de lo que supone un aborto. Las chicas me escriben de todo el país y sabés lo que me dicen: extraño a mi bebé". 

Además insistió en definir a una niña o mujer de acuerdo a su capacidad de reproducción y planteó que "Un espermatozoide unido a un óvulo empieza como un cigoto y termina con un anciano". 

Por otro lado, Rodríguez Varela planteó que la discusión sobre si una mujer es o no dueña de su cuerpo "ya terminó"; "cuando está embarazada, el hijo ya lo tiene".