A lo largo de la historia existieron algunas medidas que pueden tomarse como antecedentes o como puntales de la ortodoxia neoliberal en lo concerniente a la educación. La más recordada seguramente sea la implementada por Margaret Thatcher cuando era Ministra de Educación en el Reino Unido en el año 1971. En efecto, la futura Presidenta británica adoptó una medida polémica: quitarle a los chicos de entre 8 y 11 años de edad el vaso de leche diario que tenían como derecho desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Esa decisión estuvo justificada, desde su postura, por la necesidad de reducir el déficit fiscal, pero también la misma encuentra su explicación en una máxima que constituye el adn neoliberal. Dicha perspectiva plantea que todos los ciudadanos son responsables por sus acciones, es decir, que si alguien es pobre, está desempleado o vive en un barrio precario, nada de eso se explica por la cuestión social, sino por malas decisiones individuales, con lo cual el Estado no debe hacerse cargo de ese vaso de leche.

Chile, en 1973, luego del golpe de Estado gestado por la CIA y capitalizado por Augusto Pinochet, pasó a ser un campo de experimentación neoliberal. Las medidas adoptadas por el dictador repercutieron en todos los ápices de la vida cotidiana. Por supuesto que la educación no escapó a esto, e incluso sus consecuencias se siguen padeciendo hasta el día de hoy. El sistema educativo chileno es considerado como el segundo más caro en el mundo después de Estados Unidos. Cerca de la mitad de la educación secundaria y el 90% de la superior están en manos del sector privado. En términos prácticos esto significa que una familia debe endeudarse a través de onerosos préstamos para garantizar la educación a sus hijos.

En nuestro país, la gestión neoliberal de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires, se inscribe en esa línea ideológica, aunque sus seguidores parafraseen a Fukuyama y digan que esta ha muerto. Numerosas decisiones se han adoptado desde fines del 2007, año de su llegada a la Jefatura de Gobierno. Altísima e inédita subejecución presupuestaria, reducción de becas escolares, aumento exponencial de subsidios a escuelas privadas, alineamiento con la Iglesia expresado, entre otras medidas, en el asueto decretado el día que asumió el Papa Francisco, cierre de programas escolares y consiguientes despidos, censura de materiales destinados al Bicentenario que reivindicaban a las minorías étnicas, pero también mencionaban episodios escasamente abordados por la historiografía dominante de cuño liberal tales como los levantamientos rurales de 1929, los bombardeos en Plaza de Mayo en junio de 1955 o los fusilamientos de José León Suárez en 1956.

Asimismo se han implementado programas en alianzas con instituciones privadas que revelan de modo palmario esta impronta individualista y elitista. Una de ellas es la efectuada entre el Estado porteño y la fundación Junior Achievment. Por intermedio de la misma, la fundación lleva adelante cursos en los que deja en claro que el único camino posible al éxito es el de la acumulación de la riqueza, enseñando a abrir cuentas bancarias y a invertir, en sintonía con el auspicio de numerosos bancos. Esta semana, una nueva iniciativa llevada adelante por la Fundación Internacional de Jóvenes Líderes, salió a la palestra. Cientos de jóvenes de escuelas argentinas serán invitados a escuchar historias de “exitosos”. Entre los conferencista encontramos los nombres de Pilar Sordo, panegerista de la sociedad patriarcal, el del Alcalde de Punta del Este y de numerosos empresarios, entre otros. Para los organizadores, que cuentan con la venia del Ministerio de Educación de la Ciudad.

“Es esta una experiencia única para que jóvenes estudiantes del último año del ciclo polimodal de las escuelas públicas de gestión estatal puedan participar de forma absolutamente gratuita. Los jóvenes de entre 16 y 17 años que participen podrán asistir a un evento que los ayudará a conocer personas de diversos países con mismas inquietudes, aprender de las historias más inspiradoras, conectarse con las ideas de futuro, y vivir una experiencia única. Desde luego que pueden participar con sus docentes. El encuentro cubre también los coffee break”.

Experiencia única, historias inspiradoras, coffee break. Diversos modos de encubrir ideas privatistas con raigambres economicistas, en las que el éxito de las personas se mide por la cantidad de riqueza, y no por los conocimientos adquiridos. Vale la pena aclarar que estas iniciativas mencionadas, son algunas de las tantas que existen, y por otro lado, en su mayoría llegan a escuelas secundarias públicas de élite. No sea cosa que estos eventos se masifiquen y dejen de ser “una experiencia única”, para ser una experiencia compartida e integradora, que es adonde creemos, debe apuntar la educación para que sea pública de verdad.