Lillian Weber, de 99 años, se levanta, desayuna y se sienta frente a la máquina de coser para comenzar a trabajar. La anciana se convirtió en un ejemplo de vida para todo el mundo.

Luego de un descanso al mediodía, Weber almuerza y continúa a la tarde. Según afirma, cada prenda le lleva alrededor de cuatro horas, por lo que podría hacer más de una en un día. Pero no, ella se toma el tiempo necesario para que cada una sea especial.

“Ver a las niñas con los vestidos, sonriendo, es muy especial para mí. Me ayuda a seguir adelante después de 99 años. No sé qué hubiera hecho si no hubiera encontrado esto para hacer.”, le comentó Weber a NBC News.

La abuela comenzó a hacer esto hace tres años aproximadamente, y dona los vestidos a través de una organización cristiana sin fines de lucro que los lleva a África.

Weber cumplirá 100 años el próximo 6 de mayo y pretende para esa fecha llegar a la prenda número 1000. La organización a través de la cual realiza las donaciones ya ha entregado 3 millones de vestidos a 47 países de África y 31 de otros continentes.