Este lunes por la noche llegó a la Ciudad de Buenos Aires la idea que comenzó en tres restaurantes tucumanos y que se convirtió en furor en todo el país. "La heladera social" es una iniciativa solidaria que se basa en aunar fuerzas para evitar que el excedente de comida vaya a parar a la basura.

La "heladera social" llegó a Buenos Aires con éxito

La iniciativa de Fernando Ríos, el dueño de una verdulería en Tucumán, nació al ver a una familia entera recorriendo contenedores de basura "Hace unos meses, pusieron un contenedor de basura frente al local, de esos grandes. Una noche estábamos mirándolo, pensando en toda la comida que iba a parar ahí, cuando llegó una familia tirando un carro y el papá metió al nene a buscar comida", recuerda el hombre que se lanzó a poner en pie la primera heladera social de Tucumán.

Básicamente, se trata de colocar el alimento que no se vende en los locales (restaurantes, bares, verdulerias, mercados) en una heladera en la calle para que las personas que no pueden pagarlo puedan retirarla de manera gratuita, en lugar de tirarlo a la basura. Así de simple, así de efectivo. Y así de complejo, también.

La "heladera social" llegó a Buenos Aires con éxito

En Francia es ley

Cabe destacar que Francia se convirtió en el primer país del mundo en prohibir a los supermercados tirar o destruir los alimentos que no se vendieron. La ley se aprobó por unanimidad en el Senado de ese país. Los responsables de grandes supermercados podrían ser multados por 75 mil euros o dos años de cárcel si no cumplen la regla. Los bancos de alimentos y las organizaciones benéficas tienen la obligación de pasar a buscar los alimentos. Después deben almacenarlos en condiciones higiénicas y distribuirlos.