En el comienzo de la tercera semana de audiencias por el asesinato de Fernando Báez Sosa, llegó el turno de declarar de los dos rugbiers que formaban parte el grupo pero de los que no se pudo probar su participación directa en los hechos.

Los testimonios de ellos podrían ser de suma utilidad ya que estuvieron con los asesinos después del hecho y podrían dar detalles de cómo se movían los que acababan de matar a Fernando.

Pero para preocupación tanto de la defensa como de los mismos rugbiers, al ingresar a los tribunales de Dolores, Guarino aseguró que venía a ayudar a la Justicia por Fernando.