Si bien -como siempre se dice- lo que cuenta es el gesto, para ser una atención de la realeza británica a una de las personas más importantes del planeta, se podrían haber gastado unas libras más.

La botella de whisky Balmoral que le regaló Isabel II al Papa se consigue en Inglaterra a apenas 39,95 libras, lo que equivale a 720 pesos argentinos.

La canasta además tenía jugos, miel y carne, productos que seguramente Bergoglio consumiría en Buenos Aires.

El Pontífice le otorgó un facsimil de un decreto que extiende el culto del ex rey San Eduardo y una Cruz de Plata sobre una base de piedra Lapislázuli, para su bisnieto.

Tras el encuentro que duró alrededor de 20 minutos, sin duda, fue la reina la beneficiada: se ahorró el regalo para, al menos, uno de sus bisnietos. Y estos chicos está acostumbrados a recibir regalos en serio...