El piloto de Aerolíneas Argentinas Martín Lorenzo Hughes fue el héroe del día este martes, cuando decidió interrumpir un vuelo que se dirigía a Miami e improvisar un aterrizaje de emergencia en Bolivia para salvarle la vida a un niño de 8 años.

El dramático episodio ocurrió en el vuelo AR1302 que partió desde Ezeiza rumbo a la ciudad estadounidense, cuando el pequeño comenzó a sentirse muy mal y una doctora que viajaba a bordo lo diagnosticó: sufría una grave lesión perforante en un pulmón.

El menor estaba al borde de un neumotórax, es decir que podría derivar a un colapso pulmonar, y por eso el comandante decidió aterrizar en el Aeropuerto de Santa Cruz de la Sierra tras declararse en emergencia médica.

Una vez en suelo boliviano, el niño fue trasladado de urgencia a un hospital de la zona, donde fue operaron con éxito y quedó internado en terapia intensiva, aunque está fuera de peligro.