La amenaza, en un sobre cerrado, llegó con la firma del Comando Argentino Olavarriense Solidario (CAOS), y está dirigida a un grupo de personas de las que no trascendió su identidad por pedido de la justicia. “Les aseguramos que nuestra condena será más grave que la que vuestra justicia puede aplicar”, reza el texto.

Tal publicó Infojusticia, la amenaza está vinculada al juicio por los delitos de lesa humanidad cometidos en el ex centro clandestinos de tortura y detención Monte Peloni, que tiene en el banquillo a cuatro represores, entre ellos, a quien sería el responsable de la apropiación de Ignacio Guido Montoya de Carlotto: Carlos Francisco “Pancho” Aguilar.

Ignacio Aníbal Verdura, 82 años, general de Brigada retirado luego de atentar contra el expresidente Raúl Alfonsín el 24 de mayo de 1986. El mendocino Walter Jorge Grosse, alias “Vikingo”, oficial de inteligencia de 69 años; Horacio Rubén Leites, 64, y Omar Antonio “Pájaro” Ferreyra, también de 64, sargento retirado del Ejército.

En Olavarría hay 37 desaparecidos. El juicio por el circuito represivo de Monte Peloni incluye a 21 víctimas. Seis de ellas fueron asesinadas o están desaparecidos desde 1977. Olavarría es la ciudad se encontró a Ignacio Guido, el nieto de Estela Carlotto.

Este juicio podría arrojar luz sobre la apropiación. Carlos Francisco “Pancho” Aguilar, vinculado a la Sociedad Rural, es uno de los principales sospechados. Rafael Curtoni, decano de la Facultad que forma parte de la Universidad Nacional del Centro, denunció ante la fiscalía de Azul las amenazas recibidas. Explicó que la carta fue encontrada el pasado 30 de octubre en "un sobre sin destinatario ni remitente identificado", según consigna Infonews.

"Vamos a investigar a fondo, es muy pesada esta amenaza", le dijo a Infojus Noticias, Walter Romero, a cargo de la Fiscalía General de Azul. La amenaza figura escrita con computadora y con un encabezado con la sigla CAOS hecho a mano, trazado con regla, fue dejada el 30 de octubre, en un sobre sin inscripciones, de forma anónima en la sede de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional del Centro que funciona en Olavarría.

En esa ciudad, de donde es oriundo Ignacio Guido, se desarrollan desde el 22 de septiembre las audiencias por el juicio. El decano, Rafael Curtoni, presentó la denuncia penal ante el fiscal Romero. Desde la Fiscalía dieron a conocer que, en conjunto con el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, se están arbitrando las medidas necesarias para dar con los autores de este aberrante hecho.

Para Romero esta investigación no es menor ya que puede permitir desentrañar la red de complicidades de los represores. La intensión de la amenaza es que aparezca como una especie de juicio sumario contra el listado de personas que figura al final de la nota. Con un claro tono religioso, se emite una serie de sentencias a las que se invita a quién lo lea a repetir al finar de cada uno “nosotros también”.

Otro elemento saliente de la amenaza es la aparición de dos palabras en otro idioma o dialecto, al inicio dice “Maifeld” y en una de las últimas sentencias “gropkonzer”.

Texto completo

“Maifeld (sic): Queremos llegar a ustedes para realizar nuestro propio juicio a la par del fusilamiento activo y la parodia, a la que no viene el pueblo de Olavarría, que apoya a nuestros héroes que lucharon contra la subversión aquí en nuestra ciudad.

Les aseguramos que nuestra condena será más grave que la que vuestra justicia puede aplicar y de cumplimiento efectivo y aplicaremos “la inversión de la prueba”, dado que partiremos del principio de culpabilidad a fin que los condenados demuestren su inocencia y contraria a la jerarquía que tiene nuestro heroico Ejército Argentino, partiremos desde vuestras bases, para luego llegar a sus principales adoctrinantes “montoneros fracasados” que nombraremos en la condena.

Si tomamos de ustedes metodologías de clandestinidad, necesarias en épocas de populismo con una jefa ladrona y tomamos sus enseñanzas:

Por ellos respondemos a lo abajo expresado:

Nosotros También Uds. tienen “Madres”, “Hijos”, “Nietos” organizados
Eligieron en la clandestinidad.
Tienen militantes en la facultad.
Usaban pseudónimos.
Hacían reuniones organizativas para la acción.
Están en el gobierno.
Reivindican a sus muertos.
Quieren vengarlos.
Controlaron a los obreros.
Irán a la cárcel.
Nos van a sentenciar. (Nosotros También)


Cristianamente, claro, cumpliremos lo que ustedes nunca mencionan “Por Dios y por la patria”, con nuestro deber de menor a mayor acusamos a: (Acá figuran los nombres de los amenazados)

No duden Será Justicia de Dios y gropkonzer(sic).

Caos (Comando Argentino Olavarriense Solidario) con nuestros Héroes”.

Voces de repudio

Olavarría es una ciudad de 110 mil habitantes. Según organizaciones de derechos humanos, existen dueños de empresas, instituciones y civiles -"reconocidos acá, intocables con buena imagen publica", dijeron a DR-, que tienen su responsabilidad y complicidad en los crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar.

Entre el hallazgo del nieto de Estela y el juicio por Monte Peloni “la ciudad está muy alborotada" aseguró el diputado de Olavarría, Valicenti. "Desde algunos ámbitos se preguntan por qué se está investigando el pasado”.

Para el diputado Valicenti, las amenazas tienen un claro destinatario: "La facultad de Sociales tiene un compromiso importante con el juicio. No sólo ofrecieron la sede para las audiencias. Además colaboran para investigar desde diferentes disciplinas, qué pasó en Monte Peloni”.

De acuerdo a lo declarado por el decano en la Fiscalía Federal de Azul, la misiva fue encontrada el pasado 30 de octubre en “un sobre sin destinatario ni remitente identificado, que contenía en su interior una carta escrita en computadora en tono amenazante junto con un recorte del boletín del Municipio del mes de noviembre de este año en el que se ve la fotografía del actual intendente de la ciudad de Olavarría”.

La preocupación, al encontrar la nota, fue inmediata, dado que “de la misma surge una clara amenaza hacia las personas allí nombradas”.