Los celulares permiten vivir el horror que antes solo se contaba e imaginaba. No es la primera vez que jóvenes pierden la vida en un juego insensato y temerario.

Solo que ahora podemos ver la génesis de la tragedia, el comienzo de todo lo que se está por terminar.

Bastó que uno de los acompañantes de los conductores que decidieron torearse en una picada cuando avanzaban por una ruta desierta se pusiera a grabar para que tengamos la secuencia completa de una muerte sin sentido.