La imprudencia puso los pelos de punta a los vecinos del barrio porteño de Flores al advertir que adentro de un auto mal estacionado se encontraba un bebé de seis meses en el asiento trasero.

Una pareja había dejado allí el automóvil y se fueron caminando. Por lo que dijeron quienes presenciaron el hecho, el niño pudo haber estado al menos dos horas en esa situación.

Además de los peligros lógicos de dejar a una criatura de esa corta edad tanto tiempo solo, el vehículo marca Peugeot estaba mal estacionado, por lo que bien podría habérselo llevado la grúa sin advertir la situación. 

Ante el alerta de los comerciantes de la zona, un efectivo rompió el cristal de la puerta delantera para acceder al auto y sacar a la criatura.